Voluntad
Te
he visto desde la ventana,
vamos,
levántate de una vez,
ven
y cubre los gusanos con tierra.
¿Por
qué me rogaste que no te dejara sola?
Dos
días después aparecieron las matronas,
los
senos descolgados como estropajos,
los
rostros vueltos hacia la ciudad,
mal
menor del mundo.
Sus
manos, sin embargo, reconfortaban el sueño.
Te
he escuchado clamar por venganza,
ambicionabas
la pesadilla, la vorágine
de
las noches.
Es
madrugada cuando se parte el cielo
tras
el techo opresor del aliento.
¿Cómo
acordonar el alma?
El
tiempo nos empuja a todos.
En
realidad, el mensaje es bastante simple,
te
pido
que
creas en ti.
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