domingo, 28 de octubre de 2012

La lengua bífida



Ya os lo he dicho: siempre es
el después del nunca

Antonio Gamoneda


Al borde del precipicio
donde el impulso abigarrado del odio
regresa a la materia y a la luz
que sustentan este lúgubre baile de sombras,
el aguacero de los instantes
heredado del silencio
alcanza el ideal de la muerte.

El tiempo casi todo lo ignora
de la verdadera devastación de su voz.

 

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